Para la fermentación de este Cabernet Franc, se usaron sólo levaduras nativas sin intervención química en el proceso. La guarda se hizo por 9 -11 meses en cubas de concreto, y luego permaneció al menos 5 meses en botella antes de salir a la venta.

La atractiva nariz de este vino se muestra con notas herbáceas y de frutos negros como ciruelas y moras. En boca es ágil, con una sensación de frescor, buena acidez y taninos estructurados en capas. Tiene un final con taninos firmes y maduros, dominado por notas a frutos dulces como el cassis. Un vino para beber hoy o envejecer un par de años.